Introducción
Vaya por delante que sólo soy un fotógrafo aficionado; con una cierta experiencia, pero sólo aficionado. También es mi primer artículo.
NOTA PREVIA: Si empleas objetivos zoom, lo que voy a explicar aquí no es fácil llevarlo a la práctica. Pero, si por el contrario, utilizas objetivos fijos (como hago yo para algunos tipos de fotografía), sí te puede resultar útil este artículo.
La distancia hiperfocal
Empecemos con el concepto de distancia hiperfocal: es la distancia de enfoque de un objetivo por la cual la profundidad de campo es mayor, concretamente desde la mitad de esta distancia, por delante, hasta el infinito, por detrás.
Esta distancia se establece en función de 3 parámetros: la distancia focal, la apertura del diafragma y el factor de recorte del sensor.
Parámetros de la distancia hiperfocal
Al utilizar objetivos fijos, como expliqué al comienzo del artículo, uno de los parámetros ya lo tienes establecido, la distancia focal.
El sensor de tu cámara marcará un segundo parámetro. Por tanto, sólo tendrás que elegir la apertura de diafragma que vas a emplear, para conocer la distancia hiperfocal.
En mi caso f/11 es un punto en el que me siento cómodo, por ejemplo para fotografías panorámicas de alta definición.
Una vez ya tenemos los 3 parámetros, acudimos a tablas accesibles en internet (yo suelo utilizar una conocida aplicación para móviles) y obtenemos la distancia hiperfocal.
Los objetivos pre-enfocados
Aquí empieza la técnica, que es muy sencilla. Se trata de situar la cámara y un objeto al que enfocar en la distancia hiperfocal (espacio controlado). Enfocamos al objeto y a continuación quitamos el enfoque automático de la cámara. Ya tenemos el objetivo listo. Yo, por si acaso, también quito el enfoque automático del objetivo.
Con este objetivo ya podemos tomar todas las fotografías que queramos sin necesidad de enfocar. Sólo debemos vigilar dos detalles: el/los motivos de nuestras tomas no pueden situarse a menos de la mitad de la distancia hiperfocal (saldrían desenfocados), y no podemos tocar el anillo de enfoque manual del objetivo (para ello el parasol guardado es muy útil, incluso con cinta adhesiva que evite tocar dicho anillo).
Y todo esto, ¿para qué?
La utilidad de este método se da en dos momentos concretos: Cuando por premura no tienes tiempo para enfocar y disparar, y cuando no puedas encontrar un punto en la distancia hiperfocal sobre el que enfocar.
En el primer caso hablaríamos de fotografías tipo street photography. El segundo sería aplicable en fotografía de paisaje y panorámicas.
Un caso concreto, los castells
Yo he empleado este método en la realización de una panorámica concreta, un castell. Esta torre humana típica de Catalunya se realiza a base de que unos castellers se coloquen encima de los que previamente se han colocado. Es decir, que para ascender el castell los participantes tienen que subir escalando sobre sus compañeros ya colocados. Por tanto, no se puede realizar la panorámica durante la carga de la torre. Sólo es posible hacerlo cuando la enxaneta (el niño o niña que corona la torre) corona, alzando la mano. Además, el resto de las tomas de la panorámica final también se tienen que hacer deprisa, ya que el desmontaje del castell también es rápido.
Pues el resultado final es el que puedes ver en la fotografía adjunta. El resultado es correcto, en cuanto a nitidez y enfoque se refiere.
Y tú, ¿encuentras alguna otra utilidad a este método? Deja tus comentarios más abajo si el artículo te ha resultado interesante.