En pocas ocasiones la restauración de un edificio puede ser más completa y contemplar mayor abanico de elementos, como el caso de este edificio de la calle Aribau, que la empresa en la que trabajo, restauri, está rehabilitando.
Como ya adelanté al final del anterior artículo sobre el tema, el pasado viernes, 23 de febrero, volvimos mi compañero y yo a hacer otra visita-reportaje fotográfico a este edificio catalogado. Realmente es un estupendo catálogo de restauración de elementos ornamentales de fachadas. Vamos a verlo.
Restauración de elementos arquitectónicos
Losas de balcones
En este caso, por su delicado estado de mantenimiento, se han tenido que derribar casi todos los balcones de ambas fachadas del edificio, para volver a hacerlos de nuevo. Eso sí, conservando las características de los anteriores.



Cornisas y molduras
Y, cuando nos referimos a características de balcones y cornisas, debemos empezar por las molduras frontales. Si se trata de una reparación de balcón, dispondremos de diversas maneras para rehacerlas, en función de su complicación: mediante regles, con zapatero, o bien con molde. Como en el caso de la cornisa de este edificio.


Sin embargo, cuando se hacen las losas nuevas, como ya se vió en el anterior artículo, se emplean moldes de poliestireno extrusionado, que ya llevan las molduras incorporadas.

Barandas y balaustradas
En el caso de las barandas suele ser más sencilla su rehabilitación, ya que generalmente se realiza un lijado previo, con sustitución de barrotes, en el caso de que estén demasiado deteriorados, para después pintarlas nuevamente.
Aquí hay que hacer un inciso sobre el tratamiento de los anclajes de las barandas, pues suelen ser los puntos más delicados. Generalmente se deben repicar, hasta encontrar todo el empotramiento metálico, eliminarle el óxido, pasivarlo y volverlo a tapar.




Por el contrario, las balaustradas son un elemento diferente, pues se suele componer de la base, los balaustres y el pasamanos. En el caso que nos ocupa, como se tuvieron que derribar las losas de base, también se han tenido que reconstruir todas las balaustradas.






Cubremuros y goterones
Siempre que se arregla un frente de losa o toda una fachada, se deben añadir, sí o sí, elementos horizontales que hagan que el agua no descienda por el elemento vertical, mediante goterones que viertan el agua alejada de dichos elementos. Nos referimos a los goterones y los cobremuros.
En el caso de este edificio, además, nos encontramos con goterones diferenciados en ambas fachadas. La fachada posterior se resuelve mediante piezas cerámicas, mientras que la principal es con chapa de zinc doblada.



Sobre los primeros, estas piezas especiales se añaden en los límites de los balcones, en marchapiés de puertas y en alféizares de ventanas. En cuanto a los cobremuros, como su mismo nombre indica, se disponen en las barandas de cubierta, ya que son piezas con doble goterón a cada lado, para proteger ambas caras de las barandas.

Limpieza de piedra
Los ornamentos de la fachada que son de piedra, en una restauración, se deben limpiar. Para ello, muchos técnicos optan por el lavado con agua a presión y algún agente tensoactivo. Es la solución más económica. Sin embargo, por regla general, este tratamiento no ofrece ningún resultado satisfactorio, siendo más conveniente la utilización de proyección de silicato.
Este último sistema es mucho más caro. Pero los resultados bien valen su coste.



Estucos y esgrafiados
El plano general de la fachada, obviando los elementos de piedra, suele ser de un estuco de cal.
En nuestro caso, la fachada posterior es un simple estuco de cal, con posterior marcado de sillería. En las imágenes podemos comprobar como va cambiando el color a medida que va secando.



Por otro lado, en la fachada principal encontramos un grabado esgrafiado. El estucado se compone de dos capas finales de diferente color. Primero se extiende la de fondo. Después se aplica la de otro color, que, antes de que termine de fraguar, se marca con una plantilla realizada antes sobre el dibujo pre-existente, y se eliminan las partes que deben quedar con el color de fondo.
Mejor lo vemos con imágenes.








Carpintería de madera
Para la restauración de la carpintería de madera, se deben lijar y sanear en sus partes más afectadas, incluso en la masilla de los vidrios, para posteriormente pintarlas.
Incluso en el caso de carpintería de aluminio, se le puede aplicar una imprimación ‘todo terreno’ que posteriormente nos permitirá pintar en el color definitivo.
En este caso, las carpinterías disponían de persianas mallorquinas, las cuales fueron numeradas previamente, desmontadas, bajadas a taller, restauradas y repintadas. Y aquí las tenemos a la espera de que se vuelvan a montar.




Pavimentos
Generalmente, en la restauración, los balcones se pavimentan con rasilla fina cerámica. Debemos tener en cuenta que, en toda rehabilitación hecha a conciencia, previamente a la pavimentación se debería interponer una capa de impermeabilización. Así, nos aseguramos que el agua no filtrará, protegiendo mejor la losa del balcón.




Vigas subemuebles
Elemento totalmente en desuso, las vigas subemuebles de este edificio son de una belleza admirable.


Otros elementos
No nos olvidemos, finalmente, de los pináculos ornamentales que decoran la baranda del ático. Esperemos verlos restaurados en la próxima visita que hagamos.


